lunes, 17 de mayo de 2010





“…: el nuevo paradigma no es formal, es puramente relacional.” 

Ayssar Arida



El crecimiento demográfico se combina con los desarrollos tecnológicos y culturales para generar un ambiente altamente transformado que es el hábitat de la humanidad contemporánea. Lo que históricamente se ha entendido como ciudades diferentes tiende a convertirse en una trama mundial más o menos difusa con sectores nodales de alta concentración de gente, construcción y tecnologías. Bajo el influjo des-regulador de la globalización, la sociedad se hace ‘líquida’ y aumentan las migraciones a la vez que tienden a separarse tanto las culturas como los ‘paquetes’ de redes de infraestructura que manejan los gobiernos, y como consecuencia de su privatización se ‘astillan ’ o ‘desamarran’  los sistemas urbanos.


Las afectaciones de la modernización sobre el modo como viven y gestionan la construcción de su hábitat las comunidades premodernas, pone sobre el tapete el contraste entre el modo de vida de esas sociedades en transición desde la ruralidad hacia la contemporaneidad, y la vida citadina.

El desarrollo de distintas ciencias y profesiones, aunado con los avances en tecnologías electrónicas, informática y telemática, amplía la comprensión de ese sistema adaptativo complejo que es lo urbano. Surgen así visiones distintas que enriquecen la que nos han ofrecido tradicionalmente las disciplinas del diseño: la arquitectura, el urbanismo y el diseño industrial. 


Para la planeación y el diseño de estrategias que faciliten esta transición de las comunidades hacia un modo de vivir que aproveche las ventajas de la vida actual y minimice sus riesgos, es necesario mirar con mente fresca el modo como la gente común habita y usa la ciudad cotidianamente. Y también es necesario tener conciencia de que nuestro modo de entender el urbanismo está condicionado por la mirada que tengamos, es decir, por nuestros propios valores culturales y profesionales. 

La topología de la interacción social cotidiana se desrrolla y se manifiesta de manera fácilmente perceptible en las escalas que atiende el diseño urbano. Es allí donde se articulan las normas y las estadísticas del urbanismo con las características y los requerimientos de las personas, en su dualidad individuo-sociedad. 
En este curso se trabaja sobre los conceptos anteriores, confrontando la población de Palomino y de lugares de Bogotá como contextos específicos, para explicar que el urbanismo contemporáneo es un complejo de visiones de ciudad, diferentes pero complementarias.